Buscar este blog

domingo, 19 de octubre de 2008

NOBEL





Candidatos había muchos para el Nobel de Literatura de este año, el más seguro parecía ser el italiano Claudio Magris (recordarán su magnífica obra sobre el Danubio), otros eran el peruano Vargas Llosa el poeta chileno Nicanor Parra, además del israelí Amos Oz, el norteamericano Philip Roth y el japonés Haruki Murakami.
Pero,....el ganador ha sido el francés y mauriciano: Jean-Marie Gustave Le Clézio, de 68 años.
Podrá ser desconocido en Chile, pero figuraba desde hace un tiempo como candidato al Nobel, si bien su nombre no estaba entre los primeros.
Al anunciar la noticia, el funcionario de la Academia sueca describió al ganador como “escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, explorador de la humanidad dentro y fuera de la civilización dominante. Es cosmopolita y nómade. Pertenece a varias culturas y pasó largas etapas de su vida en otros lugares y no en Europa..”

Alto, de voz profunda y porte distinguido, se manifiesta distante del mundillo literario francés y no parece gustarle demasiado la atención que ha suscitado en los medios.

Nació en Niza en 1940 donde su madre y abuela habían llegado como inmigrantes desde la isla Mauricio, en el Océano Indico. Hasta allí llegaron sus antepasados bretones a finales del siglo 18, entonces colonia francesa. Su padre, un médico inglés, vivió en Africa por varios años, mientras Jean-Marie crecía. Cuando tuvo 7 años el niño viajó con su familia a Nigeria y pasó un año sin asistir a la escuela, experiencia que relató más tarde en su novela semiautobiográfica “Onitsha” 1991.
Estudió en la Universidad de Bristol, terminó la licenciatura en la Universidad de Niza y se graduó como doctor en letras.
Ha sido profesor en universidades de México, Londres, Perpiñan, Bangkok. Boston y en la actualidad en el estado de Nuevo México. EE.UU., donde también reside.
Autor de una cincuentena de novelas, ensayos, cuentos, historias cortas, relatos de viajes, libros para niños, ganó el primer premio importante en 1963, el Renaudot, cuando tenía sólo 23 años, justamente con su primera novela, obra que ha sido traducida como “El atestado”. Luego vendrían muchos otros al avanzar su trabajo como escritor.
Especial beneplácito recibió su nominación en México, país donde vivió por 12 años, escribió varios libros y conserva una casa.
Ecologista y crítico del Occidente materialista, descubrió en las culturas precolombinas otra forma de vida, viviendo junto a pueblos indígenas de México y Panamá. En sus obras destaca su simpatía por los débiles y desposeídos.
Al preguntársele en rueda de prensa sobre qué libro recomendaría leer, eligió Pawana de 1992. Corresponde a la exitosa lucha que se libró contra una empresa japonesa que pretendía instalar una fábrica de sal en una zona donde las ballenas acuden a parir.

El anuncio de su premio fue recibido con algunas ironías por The Guardian de Gran Bret.
quien tituló la noticia preguntando ¿Han asestado los jueces del premio Nobel un golpe contra la Coca colonización? Y también ¿Podrá el premio de Le Clezio recortar a EE.UU. a su tamaño real?
Y el crítico chileno Camilo Marks dijo que sus libros eran “una lata”.

Como pequeña muestra, un fragmento de Pawana (1992):


Fue en el comienzo, en el verdadero comienzo, cuando no había nadie en el océano, nada más que pájaros y luz solar. Desde mi niñez había soñado con ir allí, a ese lugar donde todo comenzaba y todo terminaba. Hablaban del sitio como si se tratara de un secreto, un tesoro. En Nantucket todos hablaban de él, como si estuvieran borrachos. Decían que por allí en California existía un sitio secreto en el océano donde las ballenas iban a tener sus crías y donde las viejas hembras iban a morir. En ese inmenso espacio de poca profundidad, se reunían por miles, las más jóvenes con las más viejas y los machos formaban un círculo protector alrededor de ellas para impedir la entrada de orcas y tiburones; el mar hervía bajo el estrépito de las aletas, el cielo se nublaba con el rocío de los orificios nasales de las ballenas, con los gritos de las aves sonando como martilleo de forja. Esto es lo que decían. Todos contaban historias de ese lugar como si lo hubieran visto. Yo, en los muelles de Nantucket, los escuchaba y también recordaba como si hubiera estado allí.

Y ahora todo eso ha desaparecido. Lo recuerdo, como si mi vida fuera solo ese sueño, donde todo lo que era hermoso y nuevo en el mundo se encontrara deshecho, destrozado. Nunca regresé a Nantucket. ¿Existe aún la huella de este sueño?

De “Pawana” 1992

MÚSICA



MÚSICA DEL TEATRO ISABELINO EN CONCIERTO.
En el marco del X Ciclo de Conciertos de Música Antigua, el Centro de Extensión UC (Alameda 390) presentará este jueves 23 de octubre a las 19:00 horas "Como gustéis... As you like it", programa que contempla una selección de música del teatro inglés antiguo. El concierto estará a cargo de la soprano Magdalena Amenábar, Octavio Hasbún (flautas dulces), Óscar Ohlsen (laúd y guitarra barroca) y Eduardo Figueroa (tiorba), quienes interpretarán obras del siglo XVI y XVII. La mayoría de las piezas están vinculadas a trabajos dramatúrgicos como "La tempestad", "Como gustéis" y "Sueño de una noche de verano", de Shakespeare.