LLEGÓ LA HORA DE DECIR ADIOS...

Llegó la hora de decir adiós...

digamos al partir nuestra canción, nuestra canción.

 En marcha hacia la luz del sol iremos todos hoy

se clavará en el cielo el eco de nuestro último adiós.

En otro grupo cualquiera, seguramente alguien hubiera comenzado a entonar esa canción tan tradicional como es el Auld Lang Syne, luego de la última reunión de los alumnos del taller de narrativa avanzada de la Biblioteca Municipal. Y al conjuro de la canción, hubieran asomado lágrimas en los ojos de casi todos. Y no se trata de que el taller se termine, nada de eso, se trata de la despedida de Jaime Millas como profesor de éste y de otros cursos impartidos aquí años atrás, como el de narrativa para jóvenes, el de fotografía, diaporama, estética, tan recordados por sus alumnos.

Con este profesor se había dado una relación especialmente estrecha, ya que muchos le confiaban sus inquietudes, le mostraban sus textos en busca de una opinión personal y nunca resultaron defraudados, siempre recibieron apoyo y consejo preciso.

Fueron tantos años durante los cuales se contaba con él, casi como si fuera un miembro de la familia, que ahora, el despedirse queda una sensación de desencanto en los que se quedan.

Pero también la satisfacción de saber que le espera otra etapa: la docencia universitaria, un significativo avance en su carrera profesional.

El taller seguirá en buenas manos, las de Lorena Díaz, quien fuera su alumna en el taller infantil y quien finalmente se decidió por estudiar literatura. Todos la queremos y respetamos, considerando su designación un verdadero acierto.

Sin embargo, al brindar por Jaime en esta última ocasión, se siente una dulce tristeza, algo de vacío, por el amigo que se deja ir.