Entre libros en pésimo estado, listos para ser desechados,
encontré “Anales de la Universidad” de julio de 1880. Revisando sus
páginas al azar, encontré esta frase atribuida a Séneca:
No confíes a otro el secreto que quieras se guarde
fielmente, porque si tú no has podido callarle, ¿cómo te debes prometer que
callen los otros?
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