Me hiciste.

Por Ariel Zúñiga.

No te rendiré homenajes

Abrir las piernas no me parece pecaminoso,

tampoco sagrado.

No seré la asistencia,

la fuga al tedio,

el cumplimiento de metas,

el acatamiento.

Sé que todos caen rendidos tarde o temprano,

arrastrándose en la básica mística.

No me verás ahí lamiendo tu velo,

pidiéndote milagros.

Eres sólo carne, huesos, fluidos y...

piernas que se abren para recibirme,

para expulsarme.

No caeré en la tentación de ver algo sublime en todo esto.

No buscaré más explicaciones que las obvias,

a tus molestias,

a tus engaños,

a tus cambios de humor.

No quiero explicaciones,

ni expertos,

ni sermones.

Eres sólo carne, huesos y fluidos,

un humano como yo.

Aquí estoy desnudo,

para nuestro disfrute,

recodo,

remanso,

capitulación.

No te rendiré homenajes,

ni te causaré daño.

Procura desnudarte,

no buscar más explicaciones que las obvias,

recibirme como una fiesta.