Por Ariel Zúñiga.
Publicado en la Revista Lucro Cesante, Nº 2 “Drogas”, Mayo del año 2000.
El canal católico no deja de transmitir basura ni en el día del señor,
se discute si empelotarse y mear en público es arte o qué cosa.
El circo cambia pero sigue actuando con los mismos tonys,
con los mismos chistes.
El asesino ahora es el “tata”,
el inhumano irracional invoca “razones humanitarias”.
El enfermo danza y le hace un cara pálida a todo el mundo,
pero sigue enfermo.
La leche en polvo no tiene leche,
el queso fresco es no leche con gelatina,
la no leche es agua con mantequilla.
No se puede tomar en la universidad pero anda a comprar copete con una mochila.
Los más cartuchos hablan de libertad,
la libertad llora en el baño por que no tiene plata para seguir estudiando.
La universidad busca excelencia pero sólo para algunos pocos.
El jugo de naranjas no tiene naranjas.
La mostaza del Mc Donalds pule las monedas de gamba y las deja brillantes.
Es delito fumar marihuana pero no vender bombas racimo.
Es delito jalar cocaína y moverla pero ella no tiene hormonas, no tiene colorantes.
Te caga la mente
¿y el Viva el Lunes?
Te caga la cuchara
¿Y la injusticia? ¿Y la justicia?
Te provoca adicción
¿Y la Coca Cola? ¿Y la religión? ¿Y la manuela?
¡Vamos!
yo tengo papel,
yo un vaso,
yo un lápiz bic.
¡Vamos!
Mientras no me gane la lobotomía,
mientras no me gane la cordura,
la decencia,
la mierda,
prefiero estar drogado.
No para volarme,
no para fugarme de la realidad.
Sino que pa' fingir que estoy en la tierra.
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